En un visión previa Hablamos de marketing para tiendas de pinsa, o en general para todos los lugares que ofrecen pinsa o pretenden hacerlo. Hemos explorado el tema en profundidad, explicando no sólo su centralidad para la adquisición y fidelización de clientes, sino también subrayando cómo una estrategia básica, bien diseñada y ejecutada, está al alcance de todos, tanto en términos de habilidades como de costo.
Aquí nos centraremos en este último aspecto: el coste, con el objetivo declarado de proporcionar algunas sugerencias para Aprovecha al máximo tu presupuesto, evitando desperdicios.
PRIMER CONSEJO: NO ACTIVES CANALES QUE NO VAS A USAR
Cualquier recinto es consciente de la necesidad de estar presente en las redes sociales, quizás para contar con una excelente página web y un canal de comunicación con su público, pero ¿cuánto cuesta tenerlos o qué compromiso requiere gestionarlos? Todas estas herramientas y ¿cuánto cuesta realmente adquirir un nuevo cliente?
La pregunta no es trivial. Dado que no existe una conexión directa e inmediata entre una acción de marketing (con la excepción parcial de la publicidad) y el retorno de la inversión (ROI), muchos lugares ven estas actividades como un mal necesario y hacen lo mínimo. A cualquiera le ha pasado consultar perfiles sociales existentes pero desiertos, escribir a través de un canal oficial (por ejemplo Facebook Messenger para reservar mesa) o al correo info@ y no recibir respuesta, encontrar el restaurante en TripAdvisor pero sin ningún tipo de interacción entre el restaurador y su público, o Una revista que se presenta regularmente como una sección del sitio pero con el artículo más reciente del año pasado..
Es casi superfluo subrayar cómo todas estas no-actividades generar un efecto bumerán en la adquisición de nuevos clientes. Mejor, mucho mejor estar presente en un número limitado de canales, quizás usando un WhatsApp de empresa (canal perfecto para interactuar con grupos de usuarios) o un blog bien cuidado con posibilidad de interactuar vía email, que lanzarse a la conquista de TikTok, Instagram, TripAdvisor y Facebook publicando una vez cada 6 meses sólo para comunicar los días de cierre del verano.
COMIENCE CON LA ESTRATEGIA, NO CON LOS COSTOS
Pero volvamos al tema central: ¿cuánto cuesta hacer las cosas bien? Obviamente no hay una respuesta fija y definitiva, Porque todo depende de la estrategia y los objetivos que te plantees.
La regla de oro, como se mencionó, es que es mejor monitorear algunos canales y usar herramientas bien definidas (por ejemplo, el boletín informativo) con pasión y consistencia, lo que de hecho también le permite limitar el presupuesto y definir objetivos desafiantes pero acordes con la carga económica. El El presupuesto es relativamente importante (siempre que no baje de ciertos umbrales, como unos pocos cientos de euros al mes), Lo que importa es no desperdiciarlo. Si, sobre todo al principio, el gasto no puede ser significativo, céntrate en el blog, la newsletter o el canal social utilizado por el mayor número de clientes, para así conseguir los primeros resultados significativos. Una vez validada la estrategia, siempre se puede intensificar en un momento posterior, quizás empezando a realizar evaluaciones competitivas.
Obviamente, cuanto más ambiciosos sean los objetivos, más crecerán los presupuestos necesarios y, sobre todo, se hará oportuno entrar en lo técnico: por ejemplo, es necesario segmentar la clientela dentro de una herramienta como el CRM (Customer Relationship Manager), es necesario calcular los niveles de adquisición de cada canal individual, el coste de adquisición de clientes, y así se hace indispensable la consultoría de profesionales o agencias dedicadas.
Pero sin entrar demasiado en detalles técnicos, lo cual está fuera del alcance de este artículo, Lo importante es definir una estrategia, y esto se logra respondiendo algunas preguntas clave, entre ellas:
- ¿Qué quieres lograr y ¿En cuánto tiempo?;
- ¿Qué canales activar? para lograr el objetivo y cómo mezclarlos (si hay más de uno);
- ¿Qué presupuesto dedicar? a actividades individuales;
- Cómo medir (KPI) Progresar hacia la meta deseada.
Los indicadores clave de rendimiento (KPI), en particular, son fundamentales en este sentido, deben elegirse con cuidado y dependen de la herramienta adoptada y de la estrategia en su conjunto. Por ejemplo, un blog tendrá en cuenta la cantidad de palabras clave para las que se clasifica y el tráfico mensual, una red social tendrá en cuenta el nivel de interacción con los clientes potenciales en su área, un boletín tendrá en cuenta la tasa de apertura, etc.
De esta manera, las inversiones se concentran en una o varias áreas específicas, se controlan y gestionan cuidadosamente, no hay dispersión y siempre es posible corregir el rumbo si algunos canales o actividades resultan completamente ineficientes.
LA SIGUIENTE FASE ES ESCALA, PERO LA COMPLEJIDAD AUMENTA
Después de las primeras pequeñas inversiones, que a menudo sirven para validar una estrategia, es natural querer dar el siguiente paso: escalar. ¿Pero qué significa realmente? No basta con aumentar el presupuesto esperando un crecimiento proporcional; La escala real es en lograr un retorno de la inversión (ROI) mucho mayor que el aumento de los costos.
Para ello es imprescindible A partir de una segmentación avanzada de audiencia. Analice los datos de clientes existentes para segmentar su audiencia en grupos específicos y crear campañas personalizadas y más efectivas. Este enfoque le permite mejorar su tasa de conversión y reducir su costo por adquisición.
Paralelamente, amplía tu estrategia Explorar nuevos canales o adoptar técnicas como el retargeting y la venta cruzada, que maximizan el valor de los clientes adquiridos. Es importante monitorear cada iniciativa, identificando las actividades que ofrecen el mejor retorno.
Por último, invierta en herramientas avanzadas de automatización y análisis para optimizar el rendimiento en tiempo real. Sólo con una gestión estratégica se puede transformar un mayor presupuesto en un crecimiento exponencial del ROI.